La búsqueda de información se realiza estrictamente fuera del perímetro de la compañía, en repositorios de información de Internet, la Deep web, la Dark web, foros, redes sociales y distintos tipos de fuentes abiertas. Lo que se busca es la información abierta que los cibercriminales podrían encontrar para evitar los sistemas de defensa y se entrega a las compañías para su protección, sin realizar ningún ataque o intento de penetración.

Un modelo flexible de licenciamiento orientado a cubrir todas las posibilidades de detección de amenazas externas permite crear una plataforma de inteligencia casi a la medida de cada empresa, mediante la combinación de licencias orientadas a la protección propia con otras orientadas a la detección de riesgos en terceros, según el grado de acceso que estos tengan a información crítica de la compañía.

La Inteligencia Artificial que controla la plataforma es la encargada de configurarla a partir del dominio de la empresa que el usuario quiere monitorizar y no es necesario definir fuentes, ni parámetros de búsqueda, ni complicadas queries. Los resultados se entregan en niveles escalonados para que se entiendan tanto por personas expertas encargadas de la remediación como por aquellas que no tienen ninguna formación en ciberseguridad.